lunes, 13 de junio de 2011

siempre, recuerdas?

Prometimos un siempre. Quizá a ti no, pero a mí me gusta cumplir mis promesas. Te dije que siempre que lo necesitases haría que saliese esa preciosa sonrisa que me gustaba ver cada mañana en el colegio. Pero, ¿qué hay de cuando necesite yo tu ayuda? De eso no hablamos. Y, ¿sabes? La necesito, te necesito. Necesito tus sonrisas, tus palabras, tus abrazos, tus tonterías... Necesito tu amistad. Sé que fue culpa mía, sé que fui tonta. ¿Qué digo tonta? Fui gilipollas. Tú tienes tu vida y yo tengo la mía, pero, ¿sabes? Puede que la tuya sí, pero la mía, sin ti, no está completa. Sé que no me lo merezco, pero daría lo que fuese por tener otra oportunidad, por volver al pasado y no cometer los errores que cometí. Pero, ya lo dicen, la vida sigue. Pero me encantaría que mi vida siguiese contigo a mi lado, eres mi amigo ¿sabes?
Te echo de menos, muchísimo.


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