martes, 22 de enero de 2013

me das la felicidad :)


Una persona puede causar en tu interior sensaciones que todavía no habías experimentado, las cuales te hacen sentir bien, te hacen sonreír sin ningún motivo aparente y te sientes en las nubes como si estuvieras caminando constantemente por encima de ellas sin temor a caerte, simplemente miras hacia adelante con un pensamiento totalmente alegre.
Llega un momento en el que te encuentras en la cima de la felicidad, aquella que observabas lejos y veías imposible de alcanzar, ahora, la tienes entre tus manos y hay que saber conservarla, esto, puede parecer una tarea sencilla, fácil de realizar, pero no lo es, para cuidar algo que quieres realmente, tiene un gran esfuerzo, un esfuerzo que no todos tienen y que por la mitad del camino se rinden y vuelven sobre sus propios pasos. Tienes que ser capaz de afrontar todas las complicaciones que se te presenten, desde la más débil hasta la más fuerte, habrá de todo, escucharás palabras que te hagan caer hasta el más fondo suelo y será el instante en el que tendrás que demostrar la valentía que conservabas para momentos como esos en los que tienes que pegar un salto, habrá personas que se interpongan para destrozar lo que has conseguido por tus propios medios haciendo todo lo posible, te encontrarás con envidias que te mirarán de reojo y notarás siempre como por donde pasas hay alguien que está pendiente de cada movimiento, pero esas personas simplemente quieren aprender de ti para llegar hasta donde tú lo has hecho, pero escogiendo esa opción no llegarán nunca ni a tus talones, varias complicaciones y cada vez peores, pero hay que creer en uno mismo, tener paciencia y pensar cual será lo siguiente que pueda venir.
Pero, entre todas estas pequeñas dificultades, hay siempre algo que te hace levantarte cada día con más energía, que te hace ver las cosas de un color diferente y que te hace ver que todo lo que ocurra alrededor de ti no te debe de importar, que la única y verdadera opinión que cuenta es la de uno mismo y de la persona que te das sus propias fuerzas para seguir adelante, eso es lo que hace que el resto sean insignificancias que estás obligado a pasar y a superar con ayuda o sin ella, pero superarlas es un hecho.
Todo esto debe de tener su final correspondiente, un final que solo puedes escribir y decidir tú.
Pues bien, aquí está mi final: TÚ
¿Puede haber un final mejor? No, creo que no.

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